miércoles, 6 de noviembre de 2013

SANTANDER ¿ CIUDAD INTELIGENTE -O IGNORANTE-



¿Personas políticas sin sentido de las prioridades ciudadanas o con el objetivo de engañar a la población?
Es posible que con esos servicios virtuales (que pomposa, publicitaria e interesadamente tratan de vendernos como "ciudades inteligentes") se dé respuesta a las necesidades de alguna transnacional de la telefonía que experimenta y ve nicho de negocio, pero lo cierto es que no se da respuesta a las necesidades básicas de la ciudadanía, que, sin duda, están en un plano menos virtual. 
Santander, con problemas estructurales en casi todo sus barrios, políticas sin sentido de la prioridad y con intereses alejados de la ciudadanía, nos lo colocan como prioritario e importante (de ello nos quieren convencer para justificar el desembolso de dineros públicos) el contar con aplicaciones informáticas de servicios como localizadores de plazas de aparcamiento de coches -aumentando los parking ¿Cómo termina? como el de MENDICOUAGUE innecesario para el barrio, e indicios de ilegalidad- así, con las carencias existentes, no pueden ser prioritarias ni destinatarias de los pocos fondos públicos existentes.
Este supuesto objetivo de "regar" la ciudad con antenas y sensores, no hará mejorar la economía de la urbe, no disminuirá el paro real. Lo que sí se logrará es una metrópoli menos habitable, aumentando también la contaminación con tanta ayuda y ventajas tecnológicas para que se siga circulando con el vehículo privado por la ciudad y abundando en lo mismo con las ayudas oficiales para la compra de vehículos privados, que seguirán envenenando la atmósfera ya insostenible, sin considerar la salud pública.De la Serna y su 'ciudad inteligente' deberían dejarse de "sensores" que no generarán nada más que dividendos a las "telefónicas" y fijarse más en la situación del mercado laboral. En Santander reside un 30% de las personas en paro de la Comunidad Autónoma. 16.403 en el pasado mes de octubre (un 12,70% más que en 2011), una cifra que no deja de crecer y que es especialmente grave en el tramo de edad de menores de 45 años y por áreas de actividad en el sector de los servicios. La inteligentísima ciudad (virtual) de la que el Sr. Alcalde alardea, sólo servirá una vez más, para lucir el Santander de fachada de cartón piedra, ocultando una realidad mucho menos colorista y real. Las políticas de empleo del consistorio ¿dónde están? ¿En las aplicaciones de servicios para los smartphone? Está claro, ignoran las necesidades de la ciudadanía, tratando simplemente, de engañarnos con palabrería. Antes era el bombazo del ladrillo y el hormigón lo moderno, lo que iba a generar  riqueza generalizada. Ahora nos "venden," que  lo que va a generar riqueza es "sensorizarnos".Frente a esta nueva batalluca virtual del regidor (y de las empresas de telecomunicación) está la situación actual de  la ciudad y de sus gentes. Es importante tratar de reflexionar sobre la realidad tangible de nuestra urbe y que este ejercicio lo realice su ciudadanía. Que indague cuáles son, sus verdaderos intereses y no se deje embelesar con palabrería vacua. Esto de la ciudad inteligente no deja de ser un ejemplo más de actuación fuera de la realidad y de la  necesidad ciudadana,  otro de los muchos que están agotando el futuro de esta ciudad cuya sentencia de muerte económica y poblacional, la firma el nuevo PGOU y eso que han dado en denominar Plan Estratégico 2020.
Existe una grave falta de democracia participativa en la elaboración, planificación y aprobación de estos proyectos que afectan a toda la población, pero que nacen muertos en su esencia participativa y democrática. Siendo además continuista de otros proyectos similares anteriores, en el sentido de su incapacidad para definir un modelo claro de ciudad   con parámetros urbanísticos de la Europa avanzada y de futuro para las próximas generaciones.  ¿Qué objetivos económicos, sociales, estructurales y sostenibles pretendemos? ¿Quién debe ser el eje de todo esto sino la ciudadanía y su calidad de vida? Nada de esto reflejan estos documentos que son fruto de aspectos técnicos y económicos ajenos a los intereses concretos de la realidad cotidiana de quienes vivimos aquí.Y es que, ese modelo de ciudad, con objetivos y participación ciudadana, sólo se podrá realizar en una democracia donde se prioricen los verdaderos intereses de la pblación y no de grupos de poder que buscan objetivos bien distintos.Lo que resulta ya más que evidente, es que no hay salida cierta a una situación como la actual si la ciudadanía no se da cuenta de que es necesario anteponer la inteligencia real a la interesada y publicitariada inteligencia virtual.


La poca inteligencia del PGOU y Plan estratégico:Y si se trata, como decíamos anteriormente, de aplicar la inteligencia real antes que la virtual, mal empezamos con el aprobado PGOU, cuyo principal objetivo, en una ciudad que cada día dispone de menos espacio para servicios y que este plan trata de reducir aún más ( y que, en cambio, se encuentra con un gigantesco parque de viviendas no habitadas), persistiendo en el modelo especulativo que ha arruinado esta ciudad en los últimos treinta años, basado en la obra pública que se justificaba en sí misma, sin proyectos de sostenibilidad, sin planes que englobaran las actuaciones parciales que dieran sentido a un todo, sin sentido de futuro ni de equilibrio. El resultado escandaloso, enormes deficiencias en la mayoría los barrios, gran  parque de viviendas deshabitadas, derroches en obras faraónicas como el Parque de las Llamas y GIGANTESCA DEUDA que  tendremos que soportar toda la ciudadanía (más de 127 millones de euros). Frente a esto, una absoluta falta de planes de futuro en cualquier sector productivo, sin hacer frente a la angustia del comercio, del paro... sin perspectivas. ESE ES EL BALANCE DE LOS PERMANENTES GOBIERNOS DE LA DERECHA MÁS CONSERVADORA después de 30 años ininterrumpidos.Mal vamos, por tanto, cuando nos anuncian abiertamente que sus objetivos son seguir repitiendo los mismos errores y que seguirán siendo a costa de la pérdida de calidad de vida de toda la urbe.Quienes en tantos años han gobernado la Casona junto a esa inexistente oposición (que actúa como mera comparsa sin plantear ni diferencias sustanciales ni modelos distintos de lo que debe ser una ciudad para y por la ciudadanía), poco podemos esperar de quienes plantean más de lo mismo. Es decir, más hormigón, más agujeros-llamada para seguir incrementando el tráfico de vehículos privados por la ciudad, más ladrillo para seguir abundando en la solemne estupidez de contar con un parque de vivienda de más de 14.000 pisos vacíos y querer construir otros tantos con este insostenible y mediocre  PGOU, campos de golf para cercar y desnaturalizar los espacios del norte de la ciudad, más barrios dormitorio que sigan tejiendo esa absurda maraña del extrarradio, más deterioro de la periferia. Estas políticas que se llevan desarrollando ya demasiado tiempo por los mismos han provocado la situación en la que se encuentra nuestra ciudad, empobrecida, envejecida, en constante pérdida de población y en permanente huída de su juventud, de sus mejores cerebros y profesionales, con un urbanismo caótico para una ciudad tan pequeña, con un tráfico abrumador sin apenas infraestructuras verdes en los barrios ni interconectados por vías naturales los pocos parques que hay peatonales (estamos por debajo de la relación que plantea la OMS en metros cuadrados/habitante de espacios verdes), ni infraestructuras para medios alternativos de transporte -particularmente carriles bici-  ni modelos de movilidad sostenible. Sin personalidad, sin perspectivas, sin proyectos, sin modelo de lo que debe ser una ciudad abierta, moderna y próspera basada en la sostenibilidad y el aumento de la calidad de vida (auténtico motor económico y de llamada de población).Sin embargo, en este circo de una casta política que tiende a realizar múltiples actos donde ponerse sus  ¡merecidas! medallas y llenar los medios de "desinformación" dóciles de palabrería hueca y sin sentido, se entregan premios  y se loan alabanzas sobre la ciudad sostenible en movilidad y de lucha contra el cambio climático que conceden fundaciones como Forum Ambiental (bien patrocinada por el ministerio correspondiente del Gobierno Central).Es decir, se sigue con lo "virtual", alejado  de lo "real". ¿Realmente, qué intereses defienden estas Fundaciones con sus medallas y premios? Santander, a pesar de los mundos virtuales, demagógicos, interesados y falsos, NO PROGRESA, SINO TODO LO CONTRARIO, si la comparamos con su entorno más inmediato, y progresa aún menos si se consideran los parámetros básicos y las directrices de las ciudades europeas realmente avanzadas en las que se recuperan espacios constantemente para la ciudadanía, se protege el medio y sus espacios, su historia y tradiciones (ya vemos cómo se las gastan en Santander edificando en la misma bahía, destruyendo parte del litoral de la misma, con el absurdo proyecto -a  boicotear- por el derribo de las actuales instalaciones del parque de vela de Gamazo y el escalonado de la duna, con el  derroche económico de más de 7 millones €.Nunca podrá ser sostenible una ciudad con 14.000 viviendas vacías, y aún menos cuando este PGOU trata de profundizar más en la gravedad del problema al plantear que se construyan otras 10.000 más (todo vale con tal de seguir manteniendo economías artificiales y adorando a empresas amigas, aunque la consecuencia sea seguir arruinando los recursos de la ciudad) ¿Cómo es posible que nadie se plantee el encajar la necesidad de vivienda con la enorme cantidad de vivienda vacía y que nadie grite que es un gravísimo error tratar de construir innecesariamente más? ¿Cómo es posible que los poderes municipales sean incapaces de encajar estos dos factores?.
Ahora ya no hay excusas. Resulta que muchas de las viviendas vacías (la mayoría) están igual o por debajo en el precio de las VPO, entonces ¿por qué destruir el poco espacio que le queda a la ciudad construyendo LO QUE NO SE NECESITA?¿Por qué dilapidar el futuro de la ciudad? ¿QUE ESCONDEN REALMENTE ESTAS MEDIDAS?. No quieren los de la Casona (tampoco la oposición) ni oír hablar de conciliar las necesidades de vivienda con la necesaria revitalización del centro y ese enorme parque de vivienda vacía existente. Un mínimo concepto de sostenibilidad obligaría a poner en marcha estrategias y mecanismos para que dichas viviendas del centro se ocupen, lo que conllevaría la mejora del comercio, la revitalización de todo el tejido urbano, la incorporación de miles de familias a la dinamización de la urbe .... Todo esto sí contribuiría a reflotar la economía de la ciudad y no esas ridículas y costosas campañas llamando a consumir cuando no hay ni gente para hacerlo ni dinero entre quienes quedan... Lo que ya resulta absoluta y completamente absurdo es seguir pretendiendo construir en las afueras, haciendo crecer artificialmente un caótico entramado urbano, generando (con enormes costes de construcción y mantenimiento) más viales realmente innecesarios, infraestructuras de todo tipo.... mientras la ciudad sigue despoblándose en su centro y PERDIENDO HABITANTES.Estos supuestos "Planes estratégicos a 2020"  y esas propuestas claves del PGOU no aportan lo que esta ciudad necesita para dar un cambio de rumbo. Antes bien, abundan en lo mismo de siempre. No se conoce, no se sabe o no se entiende la innegable necesidad de crecer de otra forma, de crecer para y por las personas, de hacer de la urbe el centro de transformación de lo insostenible hacia lo sostenible, hacia el aumento de la calidad de vida como eje central de un posterior desarrollo.Ante esto, la ciudadanía tiene/tenemos que tomar de una vez por todas cartas en el asunto. Nos va en ello el futuro de todas y todos.                                                                          


Rafael García-Martín Besoy                                                                                                                   
paco torre soberón

enero 2013
 

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