miércoles, 6 de noviembre de 2013

¿PORQUÉ REPRIME LA POLICIA ?

Probablemente, la ciudadanía común piense que no está preparada para
relacionarse de otra manera. ¿Cuál debiera ser su función?.
Logicamente, preocuparse de que nadie falte el respeto a otra persona
y de la seguridad que alguien solicite para disfrutar del orden
establecido. Pero ¿cómo puede darse este disfrute en el caduco sístema
capitalista -agravado en el Estado español- si representa la antítesis
de dicho orden, es decir, el desastroso des-orden?. Por tanto, no es
cuestión de cuyunturas económicas, sino de estar fundamentado en la
injusticia humana y social discriminatoria, llegando a tal grado de
corrupción, que ya no tiene (según largas y diversas experiencias
históricas) posible regeneración. Porque el cuerpo social está tan
contaminado y descompuesto ética y moralmente, que ya no puede generar
desarrollo humano y socieconómico futurible. Sin embargo, la
arrogancia gubernamental "invita a comulgar con ruedas de molino" es
como un edificio en ruina ¿para qué restaurarle, para dormir en la
calle evitando víctimas humanas dentro?. De estas reflexivas críticas,
se deduce la coherente declaración del Jefe Superior de Policia de
Valencia: <Los manifestantes -incluidos los menores de edad- son el
"enemigo">. La juventud, a pesar de estar educada en la sumisión y la
insolidaridad consumista, se resiste a aceptar tanto avasallaje,
buscando mínimos de justicia igualitaria y libertad.
Respecto a la Reforma Laboral, con la pérdida de derechos conseguidos,
durante todo el siglo veinte, un personaje de la CEOE igualmente
coherente con su política, sugirió destino a Laponia a los parados que
rechacen una oferta del INEM, quejándose de que el 80% de parados,
rechazan el trabajo en otros barrios, ¿no debiera informase de las
causas?. Ante estos referentes policial y laboral, queda abierta la
hipótesis del enfrentamiento a "muerte" entre la violencia policial
indicador de la violencia política y terrorista de Estado y la
Patronal y la esperanza de la juventud en una sociedad más digna, sin
violencia y con una política económica trasparente, sin trapisondas
como los incalificables Paraisos Fiscáles........ ¿Cómo evitar la
violencia con estas gravísimas injusticias?, la clave estará en no
invertir ni un euro en represión y guerras para no masacrar. Con el
tiempo veo como el poeta el camino más nítido y límpio, pero nos falta
convicción, a pesar de la experiencia del 15-M que esperemos
reverdezca en primavera. Es tanto el temor que la policía tiene a
"estas son nuestras armas": Los brazos arriba que, por ello, acusa al
15-M de haber empleado la violencia, estando comprobado que la provocó
siempre la policía. Después de mi último artículo cuestionando la
legalidad constitucional por vulnerar los fundamentales Derechos
Humanos: Económicos, Sociales y Culturales, ahora siento el deber de
custionar los parámetros de la violencia institucional, degradadora
del ser humano, demoledora social, cósmica, etc. Esta cruel política,
bloquea valores superiores de cultura democrático-participativa. Estos
valores, pueden realizar sin violencia el desarrollo humano,
socioeconómico y cultural equilibrado, estimulando a la sociedad cívil
"sin privilegios", la articulación de proyectos cooperativos de
igualdad distributiva, preferentemente autóctonos, autogestonados. Sin
esta premisas la libertad humana jamás se dignificará. No engañarse,
sin justicia distributiva jamás habrá verdadera paz. ¿Cómo concebir
una sociedad pacífica con violencia armada -guerras- y otras
subsidiarias: Represivas, torturadoras, culturales-agresivas,
competitívas, etc.?. Debido a la salvaje agónica ofensiva global
imperialista, apoyada por muchos estados títeres, como  el español, no
dudan en desplegar (incluso sin consentimiento de la ONU) su fuerza
terrorista disfrazada de pacifista "Primavera árabe", para masacrar,
robar recursos y cargarse a gobiernos soberanos, cuando proyectan
mayor justica social y no ingerencia en asuntos de otros pueblos. Es
tal la manipulación mediática convencional acrítica, "vendiendo" el
pensamiento único, que asociaciones como Amnistía Internacional y
otras tambien de gran prestigio, cometen el gravísimo error conceptual
de no discernir los Derechos Humanos en función de sus valores,
anteponiendo los secundarios a los fundamentales vitales, como ocurrió
en Libia y ahora en Siria ¡y sin querer enterarse!.




paco torre soberón

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